por Fernando Porta
2 julio, 2018
En los videojuegos, no todo es programación. La parte empresarial, llena de estudios de mercado, gráficos y proyecciones de venta, infla una buena parte de los costes de desarrollo. Puedes tener el juego del siglo entre manos, pero sin saber cómo tomarle el pulso a la industria, te puedes ir por el mismo sitio por el que has venido. Dentro de esa ardua labor, Steam Spy era un gran apoyo para el que viniera de nuevas. Digo era porque el pasado 11 de abril de 2018 dejó de funcionar. Le dieron por muerto.
Para el que no lo conozca, Steam Spy era un servicio con estadísticas sobre los juegos que poseían los usuarios. Recoger los números, analizar y presentar una previsión de cuántas unidades se habían vendido; un acercamiento (no exacto) a las opacas ventas en Steam. Pero en los continuos bandazos sobre la política de su tienda, Valve decidió dejar de compartir información clave en sus API, y con ello se cargó de un plumazo todo el trabajo realizado. Algunos lo achacaron a la GDPR que recientemente ha llenado nuestros e-mails de consentimientos y cláusulas legales de las que poca gente se había preocupado mucho hasta ese momento, pero Valve todavía no ha actualizado sus políticas de privacidad para cumplir con ella y, además, sigue dejando acceder a través de su API a ciertos datos de sus usuarios que, en principio, debería ocultar también. ¿Por qué cortaron el grifo?
Lamentablemente, no parece que haya una respuesta clara a ello. La información sobre las ventas de videojuegos en Steam suele ser algo confidencial entre desarrollador y plataforma, aunque los creadores son libres de compartir esas cifras. Y, por supuesto, si quieres contratar un estudio de mercado, posiblemente te saldrá por un ojo de la cara; sólo las grandes compañías se lo pueden permitir. Pero a una parte del mercado le interesa tener información asimétrica, ¿no? Si yo tengo la información y tú no, puedo aprovecharme para ser el primero en ofrecer algo al consumidor. A más datos, mejores decisiones. Steam Spy era capaz de entregar toda esa información por un precio modesto (una suscripción de treinta dólares al mes, o menos), fiable en su medida y de manera independiente. No todo el mundo estaba contento con ello pero, por lo menos, todos podían jugar más o menos en las mismas condiciones.
Cargarse todo esto parece una forma por parte de Valve de quitarse a alguien molesto de en medio, más que una decisión basada en requerimientos legales o la buena salud de la plataforma: Steam Spy nunca fue del agrado de Newell & co. en base a las últimas entrevistas que los medios han tenido con Sergey Galyonkin, su fundador. Al mismo tiempo, tampoco tiene sentido no ofrecer una alternativa real y que todo lo que haya ahora mismo en el horizonte sea una promesa de Valve, diciendo que ya está trabajando en una versión de Steam Spy más precisa que la original y gestionada de manera interna, mientras publicita su Steam Direct, donde pagas por entrar en la plataforma, o sigue internándose en mercados emergentes donde, más que nunca, los desarrolladores necesitan contar con todas las estadísticas posibles. Parece que se busca cada vez más cantidad de juegos para presumir de números a costa de liberalizar el sector, permitiendo que cualquier contenido entre en Steam mientras no sea «ilegal» o «trolleo». Como dicen en sus PowerPoints, «we’re not the taste police». Ahí sigue ‘Hatred’.
Y aun con ello, todo el ecosistema de PC sigue utilizando Steam mientras GOG, Battle.net o el más modesto itch.io intentan quitarle su parte del pastel. Steam es una plataforma demasiado consolidada en el mundo del PC, incluso cuando está yendo de frente contra sus bases open-source; el problema es que se ha convertido en el punto de entrada del gaming en compatibles. Así lo atestiguan los 13,5 millones de usuarios que compraron por primera vez un juego entre enero y abril de 2018. Y luchar contra esta corriente, que aglutina a todos los jugadores en una misma plataforma, mientras seguimos acumulando juegos en nuestras bibliotecas a medida que van entrando nuevas rebajas, es muy difícil. Valve parece intocable y materializa los peligros de la plataforma/intermediario único: puede hacer lo que quiera, cuando quiera, sin consecuencias tangibles. Steam Spy se ha conseguido recuperar parcialmente, pero ya no es tan precisa como antes. Mientras, ahí seguimos nosotros, dándole todas esas posibilidades a Steam. Espero que no lo tengamos que lamentar después. Por el bien del PC y el videojuego.
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Sea la privacidad del usuario la verdadera motivación o no, no convierte a esa razón en menos idónea. A mí me parece un escándalo que cualquier hijo de vecino pueda saber sin mi control a qué juegos juego. Ya va tocando que Sony haga lo propio con https://psnprofiles.com
El tema es que si todavía fuera por eso, pues bien. Pero ya existía una opción para impedir que se viera el perfil de Steam y la biblioteca en los ajustes. Lo que ha hecho Steam es poner por defecto y sin notificación previa todas las bibliotecas ocultas. Y cuando han encontrado un método alternativo a través de los trofeos para trackear las ventas, también lo han capado. ¿Como queremos crear un ecosistema donde la gente puede vivir si es imposible tener los datos necesarios para poder entrar en el negocio? Y tampoco es que estemos hablando de que esos datos estén individualizados. Son muestreos sobre la población, sin nombre ni apellidos.
[…] del Norte en el mercado PC de la mano de Sergey Galyonkin, el creador del ahora discontinuado Steam Spy, parece que ha producido un terremoto que no es tal. No estamos hablando de ventas de hardware, ni […]