por Víctor Paredes
12 mayo, 2015
La plataforma digital Good Old Games (a partir de ahora GOG) por fin ha dado el salto hacia la esperadísima interfaz que muchos echaban en falta, y fuera de beta cerrada GOG Galaxy se encuentra al alcance de todos los usuarios de una vez por todas. Como muchos sabréis, GOG siempre ha destacado por el afán de mantener el DRM-Free como uno de sus puntos fuertes. Dejando de lado el ligar los productos a un cliente —ya que no a todo el mundo le agrada eso— y dando vía libre a poseer el instalador del juego se han tomado ciertas similitudes con Steam, mezclando todo el potencial que ya poseía la plataforma en su web dentro de una nueva interfaz, siempre opcional para los que prefieran la vieja usanza y haciendo más fácil para su comunidad manejar todo el ocio que ofrecía.
Aunque la idea parece poco útil al principio, este salto ha traído mejoras en el funcionamiento del sistema eliminando de un tajo una de las debilidades que cargaba: lo engorroso que era descargar e instalar todo a mano, resultando una locura llevar la actualización de juegos al día por nuevas y más modernas versiones. Parece que al afirmar esto podría dar una imagen de perezoso, pero quizás malacostumbrado por Valve acababa siendo un auténtico problema llevar manualmente ciertas características que normalmente Steam las trabaja de forma automática o tras un simple click de ratón. El poder de la unificación ha conseguido brindar también estas facilidades y muchas otras, logrando dar forma a algo que gestionará todo ello más fácil y rápido sin renunciar a lo clásico, ya que todavía se podrá descargar el instalador de la obra al margen del nuevo tinglado.
Por si fuese poco, todavía se añaden factores mucho más jugosos como chat, logros, control de las horas de juego y la guinda del pastel: unir lazos permitiendo disfrutar de partidas online entre ambas plataformas sin tapujos. Aquí es donde uno puede ver que la creación de esta nueva y peculiar herramienta no ha sido con el fin de competir con el imbatible de lo digital, sino que puede ser un primer paso para acercarlos y que sus usuarios disfruten holgadamente del amplio entretenimiento de sus catálogos mezclándolos en las partidas. Esta nueva característica ha sido una sorpresa que desde luego no esperaba y puede convertirse en toda una revolución, pues eliminará barreras, algo de agradecer y que sigue manteniendo impoluto su currículum con respecto a no encasillarse en un mismo punto para que sus usuarios hagan lo que les dé la gana con los productos adquiridos. Así de bien nos trata la empresa polaca.
Se puede apreciar que GOG quiere seguir evolucionando y, aunque para muchos la plataforma de Valve es el punto de encuentro, os recomiendo darle un tiento a aquéllos que todavía no lo han probado. Es la líder del mercado retro —Steam se ha metido también en el ajo, pero no puede igualar todavía el catálogo old school de CD Projekt— y también se ha lanzado de lleno apostando por el panorama indie desde que se inició el boom. Hay mucho material de calidad deambulando por sus confines que no se puede encontrar en otro sitio, una buena dosis para viejunos que quieren buscar en el baúl de los recuerdos, y su comunidad tiene un valor incalculable. Hay que dejar de lado esos favoritismos y pensar que no se trata de un movimiento para competir, sino que es el principio de un sinfín de nuevas posibilidades que probablemente en el futuro llegue a alcanzar lo inimaginable. Así que larga vida a GOG Galaxy.
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