por Jonathan Prat
29 junio, 2018
Si sois ávidos usuarios de redes sociales y más concretamente de la del pajarico azul, habréis notado que el Video Game Twitter ha virado sus focos del E3 en Los Ángeles al Gamelab de Barcelona mantiendo así copados hasta la bandera nuestros TL de mogollón de información sobre nuestro producto cultural favorito. Y es que la nueva edición de una de las ferias del medio más importantes de nuestro país ha traído consigo un sinfín de personalidades y pesos pesados: desde Amy Hennig a Todd Howard pasando por Josef Fares, Maja Moldenhauer y llegando incluso al legendario Jonathan Blow, el cual no pudo contener su genialidad brindando una charla excelsa en lo técnico pero, a juzgar por las reacciones del respetable, fallida en lo dinámico. Ponencias de gran calibre sobre la industria indie, el triple A, el mundillo del publishing y demás aristas de este diamante en bruto al que dedicamos de una u otra manera gran parte de nuestras vidas que conforman un perfecto complemento a la pirotecnia reflejada en los espejos a través del humo y el ruido de la mayor feria tecnológica del mundo. Porque, seamos claros, por supuesto que son compatibles. El videojuego es un arte y un artificio. Es artesanía e industria. Es una obra y un producto. Y como tal podemos disfrutarlo. Un tráiler espectacular lleno de gráficos generados por ordenador para desayunar, sabiduría encapsulada en anécdotas de toda una vida para almorzar, un gameplay de una hora para comer, y para la digestión pesada unos consejillos sobre cómo no morir ante el yermo que supone lanzarse a desarrollar un videojuego. Si somos de merendar, un teaser con un logo y una fecha. Y para la cena, una gala de premios que reconocen lo mejor de lo mejor de la industria española. Una dieta equilibrada para una industria inestable. Porque al final esto de los videojuegos es como la comida: hay que comer de todo, pero en su justa medida.
Hola, soy Johnny, y esto es Sneak Week. Música y arrancamos.
Con el hilo musical de hoy he hecho un poco de trampa, pero es que ‘Glider’, de Japanese Breakfast, el tema que suena en el tráiler de este juego bastardo a mitad camino entre ‘The Legend of Zelda: Breath of the Wild’ y un cómic de Moebius titulado ‘Sable’, aún no ha sido lanzado de forma oficial. Así que ahí os dejo el tráiler, y os lo ponéis de fondo, que aunque tuviera diez mil millones de visitas serían pocas para semejante preciosidad. Y dicho esto, al tajo. No sé si es la influencia del susodicho Gamelab, la feria para profesionales del videojuegos que se está celebrando ahora mismo en Barcelona, pero esta semana se ha publicado una cantidad prodigiosa de contenido de calidad relacionado con el medio. Y aprovechando que he arrancado con ello, no puedo sino animaros a que investiguéis un poco sobre todo lo que se está hablando en dicha feria porque no tiene desperdicio. En este hilo (y este otro) de Rafa Laguna tenéis un resumen interesante, y a partir de ahí el límite es cielo (o en este caso, el buscador de tuiter). Si empezamos, como siempre, por la parte audiovisual, tenemos en cómodo castellano un nuevo análisis de Dayo Script sobre ‘Detroit: Become Human’. Con Dayo me ocurre una cosa: no siempre estoy de acuerdo con lo que dice, pero me gusta que lo diga. Con éste en concreto os seré completamente sincero y admitiré que no lo he visto. Me gusta consumir las obras culturales sabiendo lo menos posible sobre las mismas, y por ello me reservo los análisis, reseñas y artículos para una vez vista la peli o la serie, leído el libro o jugado el videojuego. Sin embargo, con este último vídeo Dayo ha conseguido contribuir al debate sobre un juego que será mejor o peor, pero ha generado varias de las mejores piezas que se han podido leer últimamente. Piezas que giran alrededor del racismo, el sexismo, la capacidad autoral, la lucha del blockbuster contra el mensaje y sobre la interactividad en el videojuego. Por ello, y aunque a cierto sector con deficiencia de vitamina D y superávit de anonimato le moleste, siempre a tope con la discusión formal y de fondo en los videojuegos. El segundo vídeo que os traigo es sobre una de esas cosas que hacen de los videojuegos algo único. Se trata de la historia de cómo los jugadores rompieron la simulación de ecosistema virtual que Richard Garriott, Starr Long y su equipo de Origin System diseñaron e implementaron en ‘Ultima: Online’, una mecánica que emulaba la ecología del planeta estableciendo cadenas alimentarias y todo tipo de información ecológica. Pero como al final —oh, ironía— de nuevo tuvo que venir la mano del hombre a mancillar la tierra fértil y virgen de un mundo inexplorado. Sin desperdicio. Y ya por último, y antes de pasar al bloque de contenido escrito, os dejo con la presentación de un canal de YouTube de reciente creación que, bajo el nombre de New Frame Plus, nos ofrecerá vídeos relacionados con la animación en el mundo de los videojuegos.
Poneos las gafas de leer y sentaos recto en la silla, que os traigo lectura para un buen rato. A saber: con las rebajas de Steam, Waypoint nos recuerda una cosa que por obvia no deja de ser crucial, y es que no es obligatorio comprar nada. Fácil, ¿no? Ya sabéis vosotros que no, picarones. Ojalá teneros agregados a la-plataforma-de-distribución-digital-más-usada-del-mundo-y-que-no-debe-ser-nombrada-porque-hace-las-cosas-regulín para ver cuántos juegos habéis pillado por cuatro perras. Quizá sois de esos que los juegos que no compra los ve en un Let’s Play en YouTube y ya si eso con el tiempo les da un tiento. ¿No? Da lo mismo, porque sin salir de Waypoint encontramos una reflexión sobre si este tipo de vídeos perjudican o no la venta de juegos, y más concretamente los enfocados a las campañas para un solo jugador. Una vez consigamos cerrar el portal dedicado a los videojuegos propiedad de Vice podemos asomarnos a Motherboard, donde nos brindan una interesantísima pieza que gira en torno a un reciente estudio que analiza cómo representan los videojuegos al sector de los trabajadores del sexo, aunque en este caso podría usarse el término femenino porque todos sabemos que, si hablamos de mujer y videojuegos, uno de los escenarios más habituales es el burdel, puticlub o equivalente para el disfrute de nuestro aguerrido protagonista masculino. Y por último, una noticia en inglés de la que luego os pasaré los subtítulos en español. Hablamos de la polémica surgida con un tema nada nuevo para los que tienen la cabeza metida en el desarrollo de videojuegos pero que puede ser nuevo para el público medio, dado el poco hueco que tienen los juegos para móvil en los grandes portales de videojuegos. Los clones de desarrollos independientes, juegos que copian descaradamente esos juegos independientes llamativos de colores vivos y mecánicas efectivas que captan nuestra atención en redes sociales con bellísimos gifs y lanzan una copia barata sin miramientos a las tiendas digitales de móvil meses antes incluso del lanzamiento del juego original. Es lo que le ha pasado a Ben Esposito y su ‘Donut County’, plagiado sin miramientos por Voodoo.io, una desarrolladora que, y aquí viene la guinda del pastel, acaba de recibir hace nada una inversión millonaria de los buitres de Goldman Sachs. Para flipar, ¿eh? En Kotaku tenéis toda la información, que no es poca. Y si os habéis cansado del inglés, tras la imagen tenéis la pista de subtítulos de este último artículo.
Como os decía, y ahora, los subtítulos. La versión en castellano de lo que os contaba antes de Voodoo.io y los clones de juegos indies para móvil viene a cargo de esa bestia incansable de las noticias más jugosas del medio que no es otro que Fran Pinto para AnaitGames. Y una vez aportado el granito de arena para difundir las malas prácticas que asolan esta nuestra industria, volvemos al contenido sesudo con un texto sobre juegos bullet hell y la catarsis del riesgo firmado por Jorge Fuentes para Nivel Oculto, que se mantienen como otro valor seguro para esta sección que no es otra cosa que mi propio Zapeando videojueguil. Imagino que a estas alturas estaréis ya hasta el gorro de leer, pero permitidme un par de textos más, porque nuestro colaborador Hugo Muñoz Gris esta semana no ha pasado por aquí, pero eso no significa que haya parado de aporrear el teclado día y noche. Para Presura nos trajo unas notas sobre su viaje por Hyrule orbitando en torno a la relación del jugador y el mundo abierto que ofrece la primera entrega de la saga de Zelda para Nintendo Switch. Como Hugo baila claqué sobre la línea que bien pudiera ser una navaja que separa al genio de la locura, acompañó su texto con un making of escrito en su propio Medium, el puto loco. Y nada mejor para cerrar la gira por el contenido externo en castellano que visitar Start y leer a Horacio Maseda hablar, de una maldita vez, de dinámicas de juego. Que no todo va a ser narrativa y referencias cinéfilas.
Nuestra semana también ha sido movidita, la verdad. El lunes abríamos con nuestro enviado especial en Canadá y experto en materia verde Pablo Gándara, que nos devolvía a aquel monográfico sobre Microsoft rescatando algunos pensamientos que se le habían quedado fuera de aquel extensísimo The Game Report sobre la saga ‘Halo’. El martes, en nuestra sección Love-de-indie donde hablamos de esas pequeñas joyas independientes ocultas al ojo mainstream que aguardan ser descubiertas, Epilexia nos hablaba de ‘How to Cope with Boredom and Loneliness’, lo que él considera ya uno de los grandes sleepers de este año. Y si el miércoles por lo que sea no queríais GameReport, tomad dos tazas: entrevista a Marta Trivi, la excelente firma que invitamos a colaborar a nuestro último monográfico dedicado a esos videojuegos que tienen que ver de una manera u otra con el tiempo, y de propina una nueva sesión Continuous Play de Luis García, que quizá en los círculos del techno y la electrónica sea más conocido como DJ Zero Relate, quien aprovechó el anuncio de ‘Tetris Effect’ para retozar como un gorrino en el barro por los sonidos sinestésicos de Mizuguchi a través de ‘Lumines’. Si sobrevivísteis a ese miércoles cargadito, veríais que el jueves nos adelantamos a vuestro cansancio y os llevamos de paseo por Tamriel en un nuevo episodio de la guía de viajes virtuales de Pablo Saiz de Quevedo para la sección Calumnia de tinta.
Antes de pasar al intrascendente párrafo de despedida, me gustaría hablar de ‘Overwatch’. Pero no como aquella vez que dije en esta misma casa que ‘Overwatch’ es la leche, no. Aunque está relacionado. Y es que esta semana Blizzard nos ha regalado el alma con dos movimientos magistrales. El primero es la implementación de un sistema de recompensas para el buen comportamiento de la comunidad con el que esperan incentivar las buenas prácticas y fomentar la sociabilidad de los jugadores premiando a aquellas personas que se comporten de manera cívica, educada y, manda narices que se tenga que potenciar pero sí, que jueguen como Dios manda. Porque todos sabemos cómo se las gastan las comunidades de gamers de juegos competitivos, pero la desarrolladora californiana también. El denominado endorsement system ya es una realidad, y añadirá en los perfiles de cada jugador una serie de medallas que nos indicarán qué jugadores son confiables y cuáles unos desgraciados. Pero eso no es todo, puesto que ese cinnamon roll que es Jeff Kaplan anunció ayer en este hilarante vídeo el nuevo héroe que se añadirá en próximos días: Hammond, un hamster científico súper inteligente enfundado en un mecha con IA incorporada, todo ello construido por él mismo y sus dos patitas, que vive en los alrededores de Junkertown, uno de los últimos mapas añadidos al juego. En cuanto lo veáis, quedaréis bendecidos para todo el fin de semana y ya podré despedirme como es debido. ¿Aún no habéis puesto el vídeo? Sí, joder, estoy haciendo el símbolo del corazón a una foto de Jeff como la celebración de los goles de Gareth Bale. ¿Queréis saltar ya al último párrafo y cerrar por fuera? Qué gente.
The champion revealed. pic.twitter.com/0Fdpg2iBcs
— Overwatch (@PlayOverwatch) 28 de junio de 2018
Hala, hasta aquí lo de hoy. Molaría empezar a despedir así estos textos, ¿no? En plan dejado. Rollo «enga, a cascala, que se os hace de noche». Si haciendo eso la sección siguiese a flote reforzaría mi teoría de que nadie llega hasta aquí abajo y nadie se lee estas líneas del final. Así que igual empiezo ahora, ¿o qué? Vamos a probar. En fin, eso, que ahí lo lleváis. Pa’ vuestra casa ya, que aquí no hay más que ver. ¡Vicky, córtame a negro ya y lánzame los títulos de crédito finales, que esto no da para más!