Días de escuela

Cruzar la puerta siempre fue la peor parte. Se trataba de un ritual necesario, una experiencia aterradora, como el primer día de colegio. Al otro lado, los matones y broncas persistían, pero los libros y apuntes daban paso a futbolines, pinballs y videojuegos. Hostilidad y diversión convivían en pos de grabar nuestras hazañas en tres míseras letras. Era cuestión de honor. Ya en la frontera, ni siquiera la gruesa pared decascarada era capaz de amortiguar los imponentes gritos que salían de allí dentro. Y antes de poner la mano en el pomo, el rechinar de las juntas daba paso a una densa humareda. Sin escapatoria, obligados a seguir, poníamos un pie dentro. Pero, poco a poco, el terror se iba diluyendo, los latidos de nuestro diminuto corazón volvían a la normalidad, casi por arte de magia. ¿Por qué? Por las máquinas: su encanto nos hacía olvidar el miedo a perder nuestra única moneda de cinco duros, nos ayudaba a recuperar el control de nuestra mandíbula desencajada. Su torrente de luces y sonidos era casi terapéutico, hipnotizaban a todo aquel que se atrevía a posar su mirada en ellas. No tardaron en convertirse en nuestras maestras. Nos enseñaron a disfrutar de momentos efímeros en tardes eternas. Encima de un taburete, empuñando un joystick desgastado, nos decían cómo ser un piloto de carreras, un experto karateka o cómo domar dinosaurios a lomos de un imponente Cadillac. Eran días de escuela en los que aprendimos un nuevo lenguaje. Fue allí donde descubrimos el verdadero significado de la palabra videojuego.

El decimoséptimo número de GameReport rinde homenaje a la cultura arcade en todas sus acepciones, a unas aulas improvisadas, inesperadas, en las que se fue forjando el futuro del entretenimiento moderno. En esta ocasión, la jornada lectiva dura 152 páginas y, en ellas, trataremos de abarcar todos los campos de conocimiento. En clase de historia, recorreremos la senda de los pioneros, para descubrir la definición que Atari hizo de videojuego; en el laboratorio, cogeremos el microscopio para analizar el ADN arcade y, en educación física, analizaremos ‘Virtua Striker 2’. Por supuesto, también habrá tiempo para deambular por la inmensa biblioteca creada por el equipo de MAME y disfrutar de piezas contemporáneas como ‘Downwell’ o el arte de ‘Hotline Miami’. Por otro lado, dedicaremos una extensa ponencia a la batalla contra el crono que planteó Namco con su ‘Time Crisis’ y nos detendremos en la figura de Toru Iwatani, el hombre que quiso reinar con ‘Pac-Man’ como estandarte. Como colofón, nuestra firma invitada, Francisco Rodríguez, más conocido como fran_friki, hará un repaso del género shmup en los salones recreativos. 152 páginas repletas de nuevos y viejos sabores, desde los no scroll platformers hasta la realidad virtual y que, por primera vez, vienen sin ningún atisbo de publicidad en la versión en papel. En septiembre, GameReport vuelve a las aulas.

+ Hazte con GameReport #17: Cuestión de honor. Hazañas en tres letras.

¡Nos hemos mudado!

Conoce nuestra nueva revista y apoya el proyecto de Editorial GameReport.

Entra en el LOOP