Dariusburst, Zuntata y su lucha contra la talasofobia

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4 julio, 2018

La talasofobia es el miedo persistente a los peligros desconocidos que acechan en lo profundo de unas aguas que, al ser tan extrañas como oscuras, se tornan amenazantes. Un miedo más común de lo que pueda parecer, y que podríamos relacionar, sólo con alzar la vista, con la vasta extensión que representa nuestro cielo. Y más allá de su azul, el oscuro e inhóspito espacio. Es en esa analogía en la que se mueve el universo de ‘Dariusburst’, última obra de la saga ‘Darius’, originalmente publicada para PSP allá en 2009, y que aúna la libertad y los elementos del espacio de un universo sci-fi con enemigos robóticos que adquieren formas sustraídas del fondo del mar, o de una paella de marisco.

Un shooter poligonal de scroll horizontal que sigue la estructura por zonas de sus antecesores, que representan trayectorias de diversa dificultad, y que nos pone al control de una nave bautizada como Silver Hawk. Cada zona de ‘Dariusburst’ se compone de dos fases: la preliminar, repleta de enemigos que no cesarán en el empeño de privarnos del combate contra el jefe final de cada zona, protagonista real de cada fase. Así, la primera parte se convierte en un trance circunstancial, y buena muestra de ello es la excelente música que nos acompañará en cada paseo espacial, creada por Zuntata, la banda de Taito, la cual representa uno de los mejores exponentes musicales de la indústria videolúdica.

Zuntata pone ritmo a la antesala, y le da ímpetu a las batallas como esos mariscos robóticos de tamaño titánico. Sus tracks, siempre de corte electrónico, nos mueven desde el ambient hasta la velocidad desmedida del drum&bass. Pero sólo con darle una escucha a cualquiera de sus canciones nos daremos cuenta de que el grupo es capaz de imprimir su personalidad a cada tema, volviéndose representativos esos inicios atmosféricos y los cantos acompasados, que bien podrían ser obra de una valkiria, o de una sirena de guerra. Todo diseñado como alfombra para la experiencia ‘Darius’, que nos hará pasar horas y horas disparando y esquivando proyectiles y meteoritos, hasta que lleguemos al clímax, y una bocina de submarino nuclear nos alerte del inicio del esperado enfrentamiento. Ahora sí, coge asiento —si puedes también unos auriculares—, dale al Play y disfruta.

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Una respuesta a “Dariusburst, Zuntata y su lucha contra la talasofobia”

  1. Mi sesión favorita hasta ahora, y mira que las he oído todas religiosamente. Pero claro, me has tocado en el punto débil.

    Está claro que tengo una predisposición a este juego, pero la calidad sonora del conjunto es innegable: Zuntata hace magia en sus discos, pero en Dariusburst quizá tocó techo por todos los palos que toca. Y eso que te has quedado sólo con los temas de Dariusburst (PSP), sin tocar Another Chronicle, EX, o Chronicle Saviours, donde están los temazos TOCHOS del juego, como los Suite Photoconductivity (Tyrant/Violent Ruler quizá el mejor de todos). No obstante, estos que sacas a relucir aquí son a mi parecer los más «puros» y los que también marcan las pautas del nuevo estilo musical de Darius (muy, muy lejano, al estilo que tenían Darius Gaiden o sobre todo G-Darius), porque salvo excepciones concretas del Modo CS, suelen poner música que en general es increíble pero que no está coordinada con el nivel. Hay algunos niveles (nivelazos más bien) del modo CS, los más importantes o llamativos, en los que esta dinámica es PERFECTA, hipnótica a más no poder, aunque no siempre.

    En cambio, el modo arcade tiene (al igual que en PSP), ese diálogo perfecto entre el ritmo de ZUNTATA y cada disparo, rayo asesino o directamente jefe final, con niveles en los que podrías (si hubieras jugado lo suficiente) jugar sin mirar, sólo de oído, y saber todo lo que está ocurriendo en la pantalla y por qué patrón va ya el enemigo. Un juego que literalmente está hecho por 3 personas entre diseño de juego y programación, pero que tiene a más de 10 en el equipo musical, y que dialogaban constantemente para cambiar la música al ritmo del nivel, y el nivel al ritmo de la música. Y al final ese trabajo se nota, de la misma manera que se notaba que cada nota de Ikaruga estaba pensada teniendo en cuenta lo que ocurría en la pantalla y se convertían juego y música, de alguna manera, en un conjunto inseparable.

    Por último, felicidades por la mezcla de Hello y, sobre todo, Cylinder, que quizá es el tema más único de Dariusburst, con esas influencias mongólicas. A ver cuándo nos haces otra con los temas posteriores, que son 4 o 5 CDs de los que aquí no oímos nada, y apetece.

    ¡¡Gracias por haber hecho esta sesión, de veras!!