por GameReport
11 diciembre, 2019
El videojuego ha ido siempre de la mano de las estrellas. Desde ‘Space Invaders’ a ‘No Man’s Sky‘, el ocio electrónico esconde un gusto por lo alien, como si la industria tuviera la misión, implícita, de representar los secretos que se esconden en los confines del universo. El alienígena, en sus múltiples formas y colores, es uno de los personajes inherentes del videojuego. Su existencia nos hace soñar con lo imposible mientras que, al mismo tiempo, constituye una metáfora de nuestra propia existencia. Porque los extrarrestres, más allá de la imagen heredada de incontables productos de ciencia ficción, son seres de mil caras: suponen la materialización de nuestro terror hacia lo desconocido y a la vez, una fascinación, sin límites, hacia lo que nuestra mente es incapaz de comprender.
En este episodio de En Tiempos de Carga, Marcos (@soquam) se hace con los mandos de una nave dispuesta a surcar mundos alienígenas, acompañado de Fer (@ferporbar) y Violeta (@Vayo_SB). Junto a ellos, Pedro (@LoquoPJ) hace el papel de guía en la negrura del espacio, descubriendo mil y un secretos de la saga Oddworld, haciendo hincapié en la importancia de la obra que llevó a Lorne Lanning al panteón de los desarrolladores. En la hora y veinte minutos de podcast, los cuatro tripulantes también tuvieron tiempo de hablar de shmups, del lenguaje del videojuego o sobre por qué los extraterrestres se convirtieron en el enemigo por defecto de los primeros arcade. ¿Existe la posibilidad de dar una vuelta de tuerca al cliché que hay alrededor del alien cabezón y terrorífico? Mientras tanto, en el espacio dedicado a autores, se pronuncian nombres como John Carmack, Greg Johnson, los chicos de Mobius Digital con su ‘Outer Wilds’ o Miyamoto con su saga ‘Pikmin‘. Los videojuegos repiten, por activa y por pasiva, que no estamos solos.
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