por Israel Fernández
28 octubre, 2014
José María Villalobos irrumpió en la crítica de videojuegos por medio de VidaExtra, la publicación del emporio Weblogs SL dedicada a los mismos. Casi novecientos artículos después, este extremeño residente en Sevilla demuestra un palmario conocimiento sobre la materia que trata, con voraz apetito cultural y sin prejuicios a la hora de abordar la crítica mestiza entre diferentes disciplinas artísticas. Ha participado en programas de radio como Las Crónicas Musicales de Mr. Village para Onda Cero que tuvo difusión nacional, la edición de la revista de creación La Vaca de Muchos Colores, la impartición de multitud de talleres sobre Historia del Cine así como del Taller Aprende a Ver Cine: el cine de género a través de los videojuegos y de otros medios audiovisuales. Es Prescriptor Experto Blogger para Fnac España en el apartado de cine y gestiona el cineforum en Fnac Sevilla. Elabora contenido e-Learning para Escuela de Ventas, asociación entre Fnac y la UAM. Comenzó como blogger profesional en Hipertextual escribiendo en Extracine y Ecetia, después haría lo propio en Cartelera10 y Gameover, pertenecientes a Smallsquid. Su particular visión de las relaciones entre cine y videojuegos le ha llevado a dar conferencias en FIVED 2009 (Córdoba), Gamerland 2010 (Bilbao), Campus Party 2011 (Valencia) y Game & Press 2013 (Sevilla). Pero su palmarés, como sospecharán, va más allá del mero estudio crítico: Villalobos es un verdadero amante del arte en su sentido más abstracto.
José María, un placer tenerte hoy con nosotros. ¿Qué lleva a un estudiante de la UAM a trabajar en el rocambolesco mundo de la crítica?
Hola Israel, el placer es mío. A ver, lo de la UAM es un proyecto todavía en marcha en el que está implicada la Fnac. Lo curioso del asunto es que yo he creado algún contenido de ese proyecto, pero bueno, ésa es otra historia. Me preguntabas que cómo he llegado a esto de escribir sobre videojuegos. El caso es que, hasta que VidaExtra apareció felizmente en mi camino, fue el cine lo que me abrió puertas. Fue en 2008, cuando un amigo me dio el chivatazo de que buscaban editores para Extracine, del grupo Hipertextual, que administraba el que desde entonces se convirtió en mi admirado Adrián Massanet. Yo en aquellos años ni sabía lo que era un blog. Sí, los leía, pero no tenía idea de cómo funcionaba esto. Me puse en marcha a ciegas, con el delirante ritmo de cuatro post diarios cinco días a la semana. Fue una buena forma de aprender, así, a lo bestia. Al poco vi que había un blog en la empresa que trataba de videojuegos, Ecetia, y claro, yo que pienso (posiblemente de forma errónea) que está todo dicho sobre cine, pedí repartir mi trabajo entre ambos sitios. Como te digo, era 2008, y no había demasiada gente escribiendo de forma muy personal, seria o como quieras llamarlo, sobre el medio (los de Mondo Pixel y alguno más). El caso es que a los cuatro meses Txema Marín, que por entonces estaba en VidaExtra y al que había conocido hacía poco en un taller sobre videojuegos impartido por el psicólogo Carlos González Tardón, me dijo que mi trabajo había llamado la atención de su jefe Antonio Ortiz, uno de los fundadores de Weblogs SL. Llegué incluso a tener una conversación telefónica con él. Le dije que tenía muy claros mis objetivos y mi visión del medio, y que sabía dónde quería llegar. También le dije que ellos eran la primera división y que los demás jugábamos directamente en tercera regional. Aun con su interés y aprobación tardé dos años en que me ficharan. Entre medias, la sensación de ostracismo en Hipertextual y el pleno desarrollo de mi estilo en mi siguiente casa, en Smallquid. La etapa en Gameover y Cartelera10 fue mucho más sosegada, con un sistema de trabajo de solo diez posts al mes de entre cuatrocientas y mil palabras que me ayudó a evolucionar. Era 2009, y fue la primera vez que me llamaron para dar una conferencia (en el FIVED, en Córdoba). Smallquid eran mucho más pequeños que Hipertextual, y llegó un momento en que nos largaron a todos (y creo que éramos un gran equipo, el que formábamos Jaimixx, Pedro Silva y un servidor). El caso es que, un poco frustrado, me dije que me tomaría un año sabático en el que me dedicaría a escribir un libro sobre la relación entre cine y videojuegos, que era algo que me llevaba un tiempo rondando la cabeza. Fue sentarme libre de compromisos con blogs y recibir un mail desde Weblogs SL. Venía a decir «¿Qué estás haciendo ahora mismo?» Yo miré mi proyecto de libro y claro, le di una patada. «Pues da la casualidad de que acabo de quedarme libre, no escribo en ningún sitio». Era marzo de 2010, y en pocos días estaba publicando en VidaExtra. Un sueño cumplido, vaya. Y así hasta ahora y más contento que unas castañuelas.
En tus análisis críticos se percibe un evidente amor por la escritura, dejando entrever un granado bagaje cultural que disfrutas exponiendo de cara al lector más formado. ¿Te has planteado abordar otro género periodístico o, mejor dicho, literario?
Siempre he pensado que la palabra escritor me queda grande. Antes de ser blogger profesional (que significa que te pagan, más o menos, por escribir) había pasado como ocho intensos años entre la línea más combativa de la intelectualidad sevillana. Fueron tiempos duros en los que internet era para mí poco más que una entelequia. Colaboré con unos amigos en la edición de una revista de creación, hice radio, monté una empresa de gestión cultural, di infinidad de talleres sobre Historia del Cine… Conocí en aquel tiempo a muchos escritores de verdad, a poetas, pintores, músicos, fotógrafos, dibujantes… gente muy potente a la que miraba con mucho respeto y admiración. Lo he dicho en más de una ocasión, yo aprendí a escribir en aquellos años a base de hostias, absorbiendo sin parar de ese increíble ambiente que me rodeaba. Todavía hoy no me veo en ese nivel de creación. Lo curioso es que miro lo que he escrito en estos últimos seis años y sí que encuentro mucho de literario. Cuando me puse a escribir sobre videojuegos, al principio pensaba que teorizaba sobre ellos, luego me he dado cuenta que lo mío es más otra historia (entre otras cosas porque también he conocido a teóricos de verdad). Simplemente me esfuerzo en darle una musicalidad a los textos, un ritmo, cierto carácter poético. Me implico mucho en cada palabra, en cada idea… Me cuesta muchísimo escribir, pero también te digo que me faltaría el aire si no lo hiciera.
Extracine, Notas de Cine, BlogdeCine y alguna que otra página caída en las redes del tiempo. Es evidente tu amor por el séptimo arte. ¿Qué significa para ti algo tan aparentemente sencillo como coger una cámara y filmar la realidad… o la ficción?
El cine fue la primera de mis pasiones. Antes que los cómics, la lectura, la música, los videojuegos… Durante muchos años fui una esponja. Lo pienso ahora y ni a mí me parece normal. De ir de la mano de mi madre al cine todos los domingos a devorar algo más mayor enciclopedias sobre el tema, ver varias películas por semana, llevar durante cinco años el cineclub del instituto… Los veranos iba al cine seis veces por semana (el lunes ponían la misma del domingo), y llegó un momento en que, al volver a casa, comencé a plasmar mi opinión todavía caliente sobre lo que había visto. Sobre rodar… puff, me parece agotador sólo pensarlo. Es un trabajo colectivo tremendamente complicado. He participado en rodajes, producido algún corto, y me parece muy difícil. Es algo que me produce un enorme respeto. Sí que hay un corto que hice del que estoy orgulloso. Fue hace una eternidad, sólo dura tres minutos y es de animación CGI. El caso es que pocas veces me he sentido tan realizado como cuando vi que toda la dirección artística que había dibujado, los bocetos, el storyboard, habían quedado tal cual en pantalla. También siento satisfacción con un montaje de vídeo sobre la permeabilidad de las artes que hice en aquel taller de videojuegos del que hablaba al principio impartido por Carlos González. Fue muy satisfactorio porque me lo pusieron por la tele y todo, en Cámara Abierta 2.0.
¿Crees en una confluencia amistosa entre lenguajes o eres más purista defendiendo aquello de “cada arte debe desarrollar su propia vía de expresión/comunicación”?
A ver, me apasiona la relación existente entre cine y videojuegos, pero el triunfo y la consolidación del segundo pasa por dejar de lado al primero. Apuesto por la asimilación de lenguajes, no por la pura copia. Por eso me saca tanto de quicio Kojima. Lo admiro un montón, pero creo que se subestima como narrador cuando tiene al jugador más de media hora mirando la pantalla sin interactuar. Eso no es videojuego, es cine. Debemos aprender a explotar las diferencias de los videojuegos con respecto al cine, lo que los hace únicos como medio de expresión, sólo así se conseguirá avanzar. Soltemos lastre de una vez en ese sentido, por favor.
¿Un videojuego?
Voy a ser objetivo, aunque parezca una contradicción al estar hablando de sensaciones, recuerdos y pasiones. Me quedo con ‘Super Mario 64’ porque fue la primera vez que pensé que esto iba muy en serio, que estaba delante de algo que me desbordaba, que ni siquiera había podido imaginar o predecir. Fue la primera vez que pensé que los videojuegos podían ser un arte, por tanto, creo que ese juego en particular tiene mucha culpa de que yo esté hoy haciendo lo que hago (y bueno, venga, va, que no me aguanto. Subjetivamente elegiría ‘Zelda: A Link to the Past’. Es el juego que más veces he visitado en mi vida de jugador. Es el juego al que siempre vuelvo).
Y claro… ¿una película?
Pues siendo igual de prácticos te diría que ‘Persona’, de Bergman, que es una de mis películas favoritas pero que guarda además un especial significado por lo que nos traemos entre manos. En aquella oferta de Extracine que fue para mí el comienzo de todo tuve que responder varias preguntas, escribir alguna reseña y, por último, decir cuál era mi escena favorita de una película de Bergman (sí, suena a pregunta malintencionada para quitarse a gente de en medio). Yo conté cómo el prólogo de Persona me había volado la cabeza… Y bueno, qué te voy a contar, me cogieron.
¿Algún adelanto sobre ESE LIBRO que estás preparando para la editorial Ediciones Arcade, donde trabaja nuestro querido Director de Arte?
Pues que se trata, como habrás adivinado, de aquel libro al que le di la patada cuando me puse a escribir en VidaExtra. La cosa tiene su aquel y es más complicada de lo que parece. El periodista Isaac López, que estaba por 2009 preparando su tesis doctoral sobre el tratamiento de los videojuegos en los medios de comunicación, había asistido a mi conferencia en el FIVED. No nos conocimos entonces sino un par de años después o así. El caso es que, una vez amigos (fue amor a primera vista) me entrevistó para su tesis. Fue una larga charla que empezó con el café del desayuno y terminó con la cerveza del mediodía. Antes de despedirnos saqué el tema del libro que tenía en mente. Se trataba de rescatar de la red mis textos sobre cine y videojuegos para empaquetarlos en un formato físico que sirviera de consulta. Una de las grandes trabas que había encontrado Isaac mientras preparaba su tesis había sido la falta de material publicado en español, por lo que se mostró entusiasmado con la idea. Él más que yo tuvo interés en ese libro en los años siguientes. Cada vez que nos veíamos me preguntaba por él. Yo, que siempre estoy de trabajo hasta arriba (qué te voy a contar, si habéis tenido una paciencia infinita conmigo), me limitaba a poner cara de circunstancia. Me decía: «Villa, tienes que sacar ese libro. No hay nada publicado sobre el tema. Puede salir mejor o peor, pero siempre podrás decir que fuiste el primero». Hace unos meses me citaron él y otro buen amigo, el también periodista Ricardo Martínez. Me dijeron que habían montado Ediciones Arcade y que yo era la primera persona con la que contactaban para sacar algo. «Al final he tenido que montar una editorial para que saques el dichoso libro», me dijo Isaac. Así que aquí estamos, con el dichoso libro casi preparado para entrar en imprenta y salir al mundo (si nada se tuerce) estas navidades. Nunca podré agradecerle lo suficiente a Isaac su tesón en este asunto, su confianza en mí más allá de la que yo nunca tuve.
Simposios, mesas redondas, exposiciones… ¿hacia dónde se dirige JM Villalobos?
He llegado mucho más lejos de lo que nunca había soñado. De verdad, me siento un privilegiado, y muy agradecido con todo lo que me ha pasado y con todas las personas que me han ayudado en el camino. El caso es que siento que siempre estoy creciendo. Creo que eso es muy importante, pensar que puedo ser mejor, que puedo avanzar más y más. Me queda mucho que aprender. Lo hago de gente como vosotros, de Indieorama, de Zehn Games, de Deus Ex Machina, de Arsgames, de tanta gente increíblemente brillante a la que he tenido la suerte de conocer… ¿Una meta más allá? Pues vivir de escribir sobre lo que me gusta. Me gustaría continuar en esto yendo cada vez a más. Que dentro de muchos años pudiera mirar atrás y ver que me he convertido, gracias a mis ideas y mi trabajo, en alguien que se tiene en cuenta dentro de los videojuegos en este país. Por soñar que no quede.
Creo que conoces a Eurídice Cabañes, presidenta de Arsgames. ¿Has participado en alguna de sus ponencias? ¿Dónde está la filosofía del videojuego?
Euridice es una de esas personas increíblemente brillantes de las que hablaba. Antes de Euridice estuvo de presidente de Arsgames Flavio Escribano, otra persona a la que admiro enormemente y a la que considero un gran amigo. Ellos junto a un equipo increíblemente creativo han organizado una barbaridad de cosas que han hecho crecer a los videojuegos dentro de este país y más allá. Arsgames es una excelente muestra de la filosofía del videojuego, que es ni más ni menos la capacidad de un medio de abarcarlo todo. Arte, educación, medicina, arquitectura, entretenimiento, historia, deporte… los videojuegos lo abarcan todo. Creo que es algo identitario de este medio que dispara sus límites hacia el infinito. Es realmente excitante e inspirador.
¿A qué juegas últimamente?
Eso es un problema. Lo pruebo todo y no profundizo en nada. Bueno sí que profundizo en algunos, sobre los que tengo que escribir. Es terrible, porque mi saturación de trabajo no sólo me impide jugar, también me cuesta encontrar tiempo para ver una película o leer un libro. Las series ni te cuento, demasiado largas. No he visto ‘Juego de Tronos’, ni ‘Breaking Bad’, ‘Los Soprano’, etc, etc. Creo que es algo muy malo porque me impide crecer al ritmo que desearía. Jugar, leer, ver películas o series amplían mi percepción de las cosas, me da un background sobre el que crear posteriormente. En fin. He dejado de escribir noticias y secciones en VidaExtra para centrarme en artículos. Eso debería darme parte de ese tiempo que necesito y anhelo, pero claro, a ver si termino con el libro, la evaluación de los 111 juegos del Festival hóPLAY/Fun & Serious Games, un par de mesas redondas que tengo sobre cine y literatura en las próximas semanas (deseando estoy de darle un fuerte abrazo a mi querido Javier Tolentino en una de ellas) y me pongo al día con el Blog del Experto de Fnac para poder empezar a organizar esa cosa que se llama… ¿Cómo era? Ah sí, ¡tiempo libre!
Fuiste una de las primeras personas (sino la primera) en posicionarte y alabar GameReport como magazine cultural. ¿Cómo ves GR en el futuro?
Fuisteis un flechazo. No sé cómo llegó a mí el primer número, pero fue ver su maquetación, la calidad de los textos, y no poder parar de gritar a los cuatro vientos sus bondades. Recuerdo que le pase el enlace a Isaac y Ricardo y al poco me respondieron: «¿A que no sabes a quién hemos fichado para maquetar los libros y crear la imagen de Ediciones Arcade?» Vaya, que vuestro Miguel Sanz va a ser el que va a poner bonito mi libro.
Con respecto al futuro, sabemos lo difícil que es esto. Lo que está claro es que merecéis llegar a más y más gente. Ver el último número que habéis sacado (mil gracias por contar conmigo, por cierto) es sentir auténtico vértigo, por la increíble calidad que atesora y por el ingente trabajo que se adivina detrás. Me conformo con que sigáis adelante, que no nos castiguéis con vuestra ausencia. Sois necesarios, sois un regalo.
El mercado anglosajón nos gana por goleada en cuanto a publicaciones especializadas. ¿Qué tal lo estamos haciendo —no sólo nosotros— frente a nuestros camaradas? ¿Existe una crítica real y de calidad en España?
Existe, y está en GameReport, en Eurogamer, en los increíbles blogs antes mencionados… Falta que el público se eduque en este enorme nivel. Una vez lleguen los lectores lo hará la publicidad y la dignificación del medio escrito. Mientras, pues a ver triunfar propuestas más ligeras.
Pues hasta aquí. Mil millones de gracias por tus respuestas. Todo GameReport te admira y sabemos del poco tiempo libre que dispones; así que doble mérito, tanto por regalarnos esa gran columna a colación de ‘Rompenieves’, como por concedernos esta entrevista. A nuestros lectores recordarles que pueden encontrar a Villalobos como jurado en la próxima edición de hóPLAY 2014, el certamen de videojuego indie en Bilbao, como en diferentes charlas y debates sobre literatura, cine, tebeo, radio y todo lo que se le ponga por delante a nuestra querida firma invitada. Un honor y un placer chalar contigo. Siéntete libre de despedirte de nuestros lectores.
Considero un honor haber sido partícipe de GameReport #5. Y ha sido un placer verterse, desnudarse en esta entrevista. Sabéis que tenéis mi más rendida admiración. Espero poder demostrarla algún día compartiendo con vosotros, en alguna feria o evento, risas y abrazos.
¡Nos hemos mudado!
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