27 enero, 2020
Hace nada más que cinco días que ha salido a la venta ‘Temtem’, un dicharachero título español que pretende unir el coleccionismo de monstruos a la ‘Pokémon’ con el componente social de los MMORPG. Antes de su salida, el juego había despertado cierta polémica, a causa del parecido más que obvio con la franquicia de Nintendo y Game Freak; mas el cuchicheo al respecto ha quedado ahogado por las vociferantes quejas acerca de otro aspecto del juego. ¿Os acordáis de cómo el Profesor Oak os preguntaba a principio de ‘Pokémon’ si érais chicos o chicas? Pues la creación del estudio Crema (mmmm, Crema…) va un paso más lejos, permitiéndonos elegir qué pronombres se emplearán para referirse a nuestro personaje, y admitiendo (al menos en español y en inglés) la posibilidad de un pronombre personal neutro para quien prefiere manejar a un avatar no binario.
¿Escucháis esa cacofonía de chillidos, al borde de vuestra percepción? Es como si un puñado de gamers chillaran de horror… y, en lugar de callar de repente, siguiesen chillando, y vertiendo sus chillidos en forma de críticas negativas del juego en su página de Steam. A su juicio, la decisión de Crema equivale a «forzar a ser trans» (cita textual) a los jugadores; «no apoyaré a un juego que defiende posturas LGTB», dice otro de los guardianes de la más pura esencia hardcore de los videojuegos, y un tercero advierte del peligro con un lacónico «devs progres». La guerra cultural contra los pérfidos esejotauvedobles abre un nuevo subfrente dentro del siempre candente campo de batalla de los videojuegos, y nos ha tocado contemplar la primera andanada de artillería.
Huelga decir que la reacción de el resto de los aficionados a los videojuegos ante estos comentarios ha oscilado entre la estupefacción, la vergüenza ajena, y el cachondeo desatado. Sobre todo teniendo en cuenta que cerca de un 90% de críticas de usuarios van en un sentido positivo, y que la mayoría de críticas negativas subrayan los problemas técnicos (bugs, servidores con poca capacidad) antes que la inclusividad de Crema Games; es un juego en acceso anticipado, después de todo, y todavía le queda mucho por pulir.
En el origen de ese odio irracional se encuentran, demasiadas veces, pretendidas webs y canales gamers que difunden propaganda ultraderechista encubierta
Pero al pequeño y ruidoso grupúsculo que nos ocupa eso les importa menos que la propaganda en favor de la tolerancia e inclusividad que, a su modo de ver, hace ‘Temtem’ con su variedad de opciones para pronombres. La sola visión del they o el controvertido elle anula esa racionalidad de la que no pocos de ellos presumen, provocándoles un ataque de esa histeria de la que tantas veces acusan a los progres. En el origen de ese odio irracional se encuentran, demasiadas veces, pretendidas webs y canales gamers que difunden propaganda ultraderechista más o menos encubierta, explotando el filón de ultraje y rencor que reveló el infausto Gamergate.
Así y todo, ¿cómo no mofarse? No es sólo que estos machotes del gaming estén tan ofendiditos por un detalle, a priori, tan menor: es que son minoría dentro de una minoría, un porcentaje ínfimo de la décima parte de las reseñas de jugadores. Riámonos, pues, de su intolerancia, de su cortedad de miras, y de su histerismo mal disfrazado de varonil indignación: Crema Games ha elegido hacer su juego más acogedor para todas las personas sin importar su sexo, género, o pronombres preferidos, como también harán cada vez más juegos en el futuro. Y eso no pueden cambiarlo las rabietas de cuatro cretinos.
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