por Víctor Paredes
10 febrero, 2016
Atrapada estoy en esta ciclópea biblioteca que no conoce el paso del tiempo. Este sufrimiento es mucho peor que la muerte; ¿por qué no puedo descansar en paz?
Ya ni puedo recordar cuánto tiempo llevo aquí o cómo llegué. He tratado de reunir esas malditas esferas tantas veces que ya he perdido la cuenta, sin contar las que esas criaturas o cultistas consiguieron atraparme dentro de esos horribles planos donde se hallan, haciéndome volver al punto de partida cada vez que acaban conmigo. Parece irónico que, en mi situación actual, donde estas paredes me mantienen reclusa pero a la par inmortal, no pueda ocultar el miedo que me hacen sentir esas formas de vida cada vez que las veo. Los libros que se acumulan a mi alrededor custodian la verdad sobre éstas y lo que no sabemos de nuestro mundo, además de otros que desconocemos, pero me resulta difícil investigarlos, ya que en sus páginas se oculta un mar de revelaciones que mi mente no podrá soportar, como si tratase de meter el agua del mar en un vaso sucio.
A veces, la realidad resulta tan cruda que no estamos preparados para digerirla, y como defensa cerramos los ojos o creamos muros con ideales totalmente opuestos para poder vivir tranquilos; pero no podemos apagar ese fuego que nos consume por dentro y nos recuerda que nuestro día a día es una mentira. Mi reclusión me está quitando lentamente las vendas que me cegaban ante un mundo repleto de sucesos inexplicables, y aunque he tratado de implicarme lo mínimo posible, lo poco que he podido presenciar ha hecho mella en mi ser, corrompiéndome y situándome justo en la línea que separa la demencia de la cordura. Sinceramente, si algún día logro escapar de esta prisión, dudo que pueda volver a retomar mi vida, ya que aunque mi cuerpo abandone este lugar, mi mente quedará atrapada entre todos estos libros para siempre.
‘Eldritch’ es la apuesta que hizo Minor Key Games para el panorama indie a finales del año 2013. Esta obra, que mezcla características del género roguelike con toques de acción, casi formando parte del saco que engloba los FPS roguelike, nos hace encarnar a un aventurero atrapado en una enorme biblioteca que se ve obligado a superar mazmorras generadas aleatoriamente, inmersas en el horror cósmico lovecraftiano, para encontrar unas misteriosas esferas que abren la puerta de lo que parece conducir a la salida de la horrible realidad que le rodea. Para ello habrá que adentrarse en éstas a través de unos misteriosos libros que han presenciado el paso de eones, otorgando vía directa hacia zonas atrapadas en el tiempo donde nadie puede saber qué habrá encerrado allí.
Para tratar de garantizar la supervivencia, algo difícil en una realidad tan retorcida y repleta de criaturas grotescas que son una auténtica amenaza, se encontrarán repartidas por el lugar diversas armas y herramientas que ayudarán al protagonista en su hazaña, más artefactos que servirán como moneda en tiendas (parodiando a los típicos juegos mazmorreros), y componentes para lanzar hechizos obtenidos tras rezar a las estatuas de los primigenios, que custodian poderes que nadie podría llegar siquiera a imaginar. ¡El mero hecho de que tengan ambos roles hace que resulten muy valiosos!
Aun así, el camino más seguro para prolongar la miserable existencia del aventurero parte del sigilo como principal opción, ya que ‘Eldritch’ no trata de concebir el típico shooter que todos conocemos: aquí los recursos son escasos, y lo mejor es pasar desapercibido sin hacer ruido, ya que cuenta con un permadeath brutal que hace perder todo el progreso si se muere, aumentando la emoción de la partida. Para garantizar una mejor experiencia, la obra cuenta con su característica más potente: la atmósfera. Lo recomendable para disfrutar al máximo este título son unos buenos auriculares o unos altavoces con el volumen alto, y que el jugador se deje envolver con la música y ruidos que produce su entorno, ya que servirán para mantenerse alejado del enemigo o incluso localizar ciertas utilidades, aparte de aportar situaciones incómodas y mejor ambientación para el disfrute del consumidor.
Eldritch: Mountains of Madness y Asylum
Estas dos expansiones fueron bastante importantes para el juego, y salieron a la luz como guinda del pastel para los que ya lo conocían. A lo largo de 2014, Minor Key Games trajo por amor al arte este nuevo material que daba profundidad a la obra base. ‘Eldritch: Mountains of Madness’ llegó a principios de año, basándose en la obra ‘En las montañas de la locura’ de H. P. Lovecraft, brindando una nueva mazmorra que se localiza por debajo de las montañas de la Antártida donde, como principal misión, hay que buscar las llaves de una avioneta que alejarán al aventurero de ese pozo de maldad hedionda; y que tras recuperarlas deberá volver hacia el punto de partida, recorriendo de nuevo a la inversa todo ese infierno helado repleto de nuevas amenazas, utilizando en el proceso nuevas armas y herramientas que amplían las posibilidades para desenvolverse.
Aunque en la misma onda, ‘Asylum’ sin embargo salió a la luz para conmemorar el 124º cumpleaños de Lovecraft con otra nueva mazmorra, esta vez ambientada en un manicomio recreado al más puro estilo del horror cósmico. El desafío reside en sobrevivir a las mismas amenazas que ya se conocían mientras se trata de recoger todas las almas posibles en el camino, dentro de un entorno completamente nuevo; esta vez agobiando al jugador con un contador de tiempo que al llegar a cero liberará a Azathoth en cada nivel, que persigue al protagonista continuamente aportando más tensión a la situación y dinamismo a la hora de actuar, y cambiando la conveniencia de ir a escondidas de una partida normal por la velocidad, tratando de recolectar el máximo posible de almas antes que se alcance la trágica muerte. Esta nueva e ingeniosa modalidad cuenta con tablas de clasificaciones para incitar la competición entre jugadores, refrescando el concepto original de la obra.
También existe otra nueva mazmorra accesible en Halloween, que fue diseñada de forma exclusiva para recoger un buen botín preparando al jugador para la aventura como evento especial. Si bien es cierto que no tiene tanta importancia como las anteriormente citadas, al ir ligada al evento desprende cierto encanto para el juego en sí por añadir ciertos elementos de la festividad en el entorno.
Acerca de Minor Key Games
Es muy curioso el pasado que tuvieron los gemelos David y J. Kyle Pittman, quienes descendieron de la nube que suponen las grandes compañías y acabaron fundando una desarrolladora juntos, evitando así someterse a restricciones creativas. David trabajó en 2K Marin y J. Kyle en Gearbox Software, pero abandonaron ese mundo para dar rienda suelta a sus cabezas, que estaban al borde de estallar por no aprovechar toda su creatividad y poder llevar sus futuros proyectos por el camino que más adecuado les resultase, conforme a sus expectativas y sin dar explicaciones a nadie. Antes de fundarse Minor Key Games, J. Kyle creó su propio estudio con el nombre de Pirate Hearts, en el que realizó ‘You Have to Win the Game’, un juego gratuito con gráficos retro que tuvo bastante aceptación; pero, con el paso del tiempo, decidió unirse a su hermano para trabajar codo con codo y lograr que sus ambiciones llegasen más lejos dentro del mercado del videojuego.
Uno de los puntos más fuertes de la desarrolladora es la dedicación a su trabajo. Se nota el amor que irradian por sus creaciones, y miman su obra trabajando continuamente en actualizaciones, perfeccionándola poco a poco, y en ocasiones hasta sorprendiendo con contenido adicional. Gracias a este empeño, su obra cuenta hoy día con esas expansiones gratuitas: todo precisamente para prolongar la rejugabilidad, ya que es una característica clave para juegos que tienen influencias del roguelike, que ofrecen una gran variedad de posibilidades y disposiciones en cada partida, rompiendo la monotonía y otorgándose un hueco en nuestras bibliotecas de juegos, ya que son reciclables.
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