Celeste, las caras B y un cierre de temporada

Al fin ha llegado el momento. 2018 deja un historial de casi venticinco horas que abarcan desde sinfonías repletas de melancolía y tensión, a bases demoledoras surgidas de los circuitos de unos sintetizadores que, cuando se apagan, sueñan con saltar descontrolados en una rave. Un elenco de bandas sonoras que no han podido resistirse a esa norma no escrita que dice que cualquier compás puede plegarse o multiplicarse sobre sí mismo, y así permitir que canciones no diseñadas para ser mezcladas entre ellas encajen, sumen, incluso se complementen. Lograr darle sentido a dicha regla no ha sido una tarea sencilla, y el paso de las semanas han permitido perfeccionar una técnica que hoy, con la banda sonora de ‘Celeste’, se vuelve a poner en práctica.

La idea de este Continuous Play era crear un documento sonoro que albergase los tres álbumes que pueden conseguirse en Bandcamp: la banda sonora original compuesta por Lena Raine, una serie de remixes y un grupo de versiones en 8 bits de la música original de juego. A decir verdad, pretendía que la misma Lena tuviese voz propia en esta entrada, intentando llevar un paso más allá el objetivo de dar protagonismo a los músicos que crean los sonidos que envuelven la acción de los videojuegos, artistas que la gran mayoría de veces son ignorados. Tras varios intentos y no recibir respuesta, deseché esta posibilidad, pero reservé la banda sonora original con la esperanza de que algún día responda a mi solicitud.

‘Celeste’, ese cementerio en forma de juego de plataformas, que nos presenta a una protagonista luchadora que debe vencer a sus inseguridades y trastornos psíquicos, pretendía ser una de las primeras entradas de la futura etapa de esta sección que dará comienzo con el nuevo año. Ahora se convierte en un colofón excelente para cerrar temporada, gracias a dos álbumes de versiones que dan para unos primeros quince minutos repletos de sonidos retro, loops enlazados que se encadenan con instrumentales y melodías que avanzan hasta trasformarse en los ritmos y bases machaconas que esperan al final de la sesión. Más de media hora de música de gran calidad, mezclas que esperan estar a la altura y un deejay que te invita a un nuevo encuentro, ya en 2019, con esos cambios que traerá Continuous Play. Ahora sí, coge asiento —si puedes también unos auriculares—, dale al Play y disfruta.

¡Nos hemos mudado!

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