por Luis García
21 junio, 2018
Trasnochar. Hype por las nubes. Ilusiones colmadas por la aparición del título que sonaba en todas las apuestas. Maldecimos tras despertar el siguiente día sabiendo que el responsable de mostrar la enésima secuela de nuestra franquicia fetiche nos ha fallado. Quizá te suena. El E3 llega a su cita anual puntual, y se va sin mirar atrás, consciente de que ha dejado huella, para bien o para mal. En los meses venideros los portales analizarán los anuncios, y los youtubers desencriptarán toda la información escondida en los gestos de su personaje favorito, o el más mediático. La feria más importante del planeta no había finalizado y ya nos emplazaba para el año siguiente. Pocos se resisten, nadie está a salvo de su influencia. Pero, ¡y lo bonitas que son las cinemáticas! Ya hay quien se encuentra tachando los días del calendario y haciendo cuentas de cuánto debería ahorrar al mes para poder irse el año que viene a Los Ángeles. Y bien que hace, oiga.
Algo se desprende del E3 de este año: los videojuegos lanzan mensajes cada vez más comprometidos con los problemas sociales de nuestro presente. Una buena noticia, sin duda alguna. Del beso lésbico, protagonista absoluto de la conferencia más esperada del año, a heroínas cada vez más presentes en primer plano de la escena. Imágenes que crean precedentes, y una música que, sin ser protagonista, representa todo lo vivido. No es casual que para el anuncio del esperado DLC de ‘Prey’, ‘Moonlight’, Arkane escogiese como tema de fondo un himno LGBTI eterno. Tampoco que la cinemática del deseado ‘Beyond Good & Evil 2’ se mueva bajo sonidos asiáticos, decisión compartida por el indie ‘Vigor’. Que sí, que hubo mucha música country, jazz, blues… pero también se reconstruyeron tracks del nivel de ‘Uprising’ de Muse, lanzando una versión donde los efectos sonoros de la acción en pantalla del tráiler de ‘Anthem’ se fundían con la archiconocida canción. Y la belleza musical de ‘Tetris Effect’, y de la ya esperada canción reinterpretada para el tráiler preciosista del último título de la saga ‘Forza Horizon’.
Del E3 siempre queda lo que vemos, ¿pero qué hay de lo que escuchamos? La recopilación de los temas más representativos de la conferencia da como resultado un tracklist tan variado como disfrutable, del que se desprenden presupuestos capaces de encargarle a Hans Zimmer la composición de su banda sonora, o de estudios pequeños que encontraron en lo más profundo de Spotify una banda francesa alternativa que transmitía lo que ellos necesitaban. Por poco que tengan que ver ambos proyectos, podemos afirmar que coinciden en una única premisa: conectar con el jugador. Y mientras nuestros ojos nos distraían, a través de los oídos nos acababan de conquistar. Ochenta y dos minutos de sesión, más de treinta temas. Ahora sí, coge asiento —si puedes también unos auriculares—, dale al Play y disfruta.
¡Nos hemos mudado!
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