Sky Rogue

Dentro del panorama independiente hay infinidad de títulos e incluso géneros que se retuercen entre sí haciendo combinaciones alocadas. Como persona que siempre ha apoyado el género roguelike, me resultó muy llamativa la idea de tomar una de sus características fundamentales, la generación procedimental de niveles, y plasmar ese toque tan rejugable en un juego de aviones después de un pequeño rato de escepticismo, siendo sincero.

En mi vida de jugador, nunca he sido muy seguidor de los simuladores de pilotaje o juegos de navecitas en general más allá de títulos de la era del píxel y algunas escasas excepciones, pero debo admitir que tras probar ‘Sky Rogue’ he podido disfrutar de nuevo este campo. Los integrantes de Polyhedron han conseguido traer hasta nuestros PC lo que muchos hemos buscado en salones recreativos, algo capaz de pegar un ladrillazo nostálgico a cualquiera que haya lanzado monedas contra una máquina, acercando de nuevo a nuestras narices el olorcillo a arcade gracias a un estilo visual y a la jugabilidad que ha tratado de calcar y transmitir. Sinceramente a estas alturas y con unos gustos ya fijados, me resulta curioso encandilarme por algo que no esperaba, pero es imposible evitar darle un tiento y luego no repetir.

Las cosas claras desde un principio: esta obra no es, bajo ningún concepto, algo fácil de dominar en la primera partida. Parte de su magia reside en que tras muchos intentos, el jugador experimenta un incremento en su habilidad y se hace al avión que pilota, pasando de estamparse contra cualquier cosa a sentir como a uno se le sale el corazón del pecho, incorporándose de la silla sin soltar teclado ni ratón tras acabar una maniobra en una situación donde las cosas estaban bastante chungas, sintiéndose uno como un piloto de los de ‘Top Gun’. Es imprescindible resaltar esa enorme sensación de satisfacción que te inunda por dentro cuando tras maniobrar se pasa casi rozando el suelo, el mar o construcciones enemigas, resultando en un subidón de adrenalina cuando la distancia que nos ha separado de la muerte es casi la del grosor de un pelo.

La misión consiste en eliminar a todos los enemigos de la zona y volver de una pieza, y esto provoca que la dificultad ponga el listón bien arriba, ya que no sólo habrá que plantar cara a otros aviones sino que también habrá que arrasar con torretas, barcos, naves portaviones y bases enemigas que atacarán al más mínimo indicio de movimiento enemigo, lanzando proyectiles que el ducho jugador deberá evitar para que su frágil nave no quede reducida a cenizas. Para desenvolverse se cuenta con un enorme mapa donde nos podremos mover libremente, y distintas armas que se pueden desbloquear y equipar otorgando distintos estilos de combate, desde centrarse en la puntería hasta misiles autodirigidos.

La experiencia que transmite ‘Sky Rogue’ es magnífica, estimulando la mente del jugador que tiene que tomar en cuenta demasiados factores que lo envuelven cuando echa una partida, recurriendo al dinamismo de cada persona para actuar de la forma más conveniente en un corto periodo de tiempo y demostrando quién tiene temple. Como siempre, me gusta resaltar títulos que aun estando en fase de desarrollo, lucen ya su potencial y animan al jugador a seguirlo para no perderse nuevas implementaciones, por lo que este título se añade al saco de futuras promesas. Además, tras una campaña de Greenlight satisfactoria, en un futuro se podrá encontrar dentro del inmenso catálogo que tiene Steam como otro juego que ha aprovechado la luz verde para llegar hasta nosotros.

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