Hollow Knight: un hueco en mi corazón

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5 julio, 2018

12 de junio. Ahí estaba yo, tan ilusionada con mi camiseta de Samus, sentada en las gradas de mi oficina, mirando las dos pantallas de trescientas pulgadas proyectadas en la pared —si te pones bizco, ves en 3D— totalmente convencida de que Nintendo iba a rascar un poquito más detrás de aquel «4» del año pasado e iba a poder chillar y hacer la croqueta escalones abajo. Los minutos del maldito Nintendo Direct seguían pasando y una parte de mí a la que me negaba a escuchar lo tenía muy claro: no iba a haber ni rastro de ‘Metroid’. ¿Dónde iba a poner todo mi hype para no acabar tirada en un diván recibiendo asistencia psicológica tras ese aciago día? La respuesta —triste respuesta— vino en la parte de los Nindies: con los primeros segundos de metraje sobre ‘Hollow Knight’, chillé «¡PERO PONEDLO YA PARA DESCARGAR, JODER, AL ACABAR LA CONFERENCIA!» y cuando el pertinente cartelito en la retransmisión me concedió mi deseo, me vine muy arriba. Afortunadamente, mis compañeros de curro lo entendieron, y me miraron con pena más que con vergüenza ajena: «Pobre Nao, mirad cómo intenta consolarse y engañarse. Otro año de sueños rotos».

Hollow Knight

Así empezó el día

Dos cosas saqué en claro de aquel maldito día: la primera, que si me pongo camisetas de ‘Metroid’ para el E3 no anuncian nada sobre ‘Metroid’ (el año pasado llevé una de Mario y anunciaron no uno, sino dos); la segunda, que hice muy, muy bien en esperar a que sacasen ‘Hollow Knight’ en Nintendo Switch, porque no me puedo despegar de él y sería tremendamente duro dejarlo en casa. Lo cierto es que sabía lo mínimo imprescindible del juego y he evitado activamente encontrar más información sobre él para que la espera se me hiciese menos dura, así que aquella misma tarde del 12 de junio lo inicié esperando sólo un metroidvania.

Hollow Knight

Así acabó

Estaba claro que no era mi día, porque no pude encontrarlo. Mi primer par de horas deambulando por Hallownest fueron de absoluta decepción y tedio, porque ni el plataformeo ni el combate me resultaban satisfactorios, y ninguno de los recovecos del mapa me invitaba a pensar que las cosas iban a ser distintas; tan sólo un par de salientes elevados eran la señal de que me iba a tocar revisitar aquella zona con algún nuevo poder que me permitiese alcanzar áreas más altas. El resto del nivel estaba totalmente accesible y desnudo, y no me puso ningún impedimento para recorrerlo de forma mecánica, saltando y blandiendo mi aguijón para acabar con el nulo reto que me supusieron enemigos y abismos que salvar.

No obstante, algo bueno tendría que tener el hecho de ser una incorregible que se empeña en ilusionarse cada año con el E3 de Nintendo, porque la misma cabezonería la arrastro a la hora de enfrentarme a un juego que no acaba de llenarme. Seguí adentrándome en las profundidades del pozo de Hallownest y su laberinto de pasillos se fue retorciendo de manera sutil pero constante. Más zonas a las que no podía llegar, más poderes chachis que me hacían salir disparada a desandar lo andado para entrar a esa zona por la que había pasado diez minutos antes y cuyo acceso ahora cobraba sentido, más enemigos cada vez más capullos y más zonas totalmente opuestas en aspecto a las anteriores pero igualmente integradas en un delicioso y homogéneo universo en el que he invertido muchas horas avanzando y otras tantas sólo vagando; estas últimas potenciadas hasta el infinito cuando, tras superar las dos primeras zonas, enganché mis auriculares y me puse a jugar con sonido. Entonces sí que me quedé irremediablemente atrapada en aquel mundo.

Hollow Knight

Al final, ‘Hollow Knight’ es otro metroidvania más, bien pulido, bien diseñado, bien balanceado y divertido, pero lo que realmente resulta cautivador y diferenciador es su ambientación, su historia a priori incomprensible de la que sólo nos llegan retazos deshilachados y su universo decadente e inhóspito, colosal e interconectado de forma totalmente orgánica. Ahora sí, por fin —preparen sus vasos de chupito y su odio más visceral— he sentido que estaba jugando de nuevo a algo similar a ‘Dark Souls’, y la sensación es maravillosa. Así que, Nintendo, quédate con tu cochino ‘Metroid Prime 4’, porque he encontrado un sustituto fantástico por quince pavos de nada. Nos vemos en el próximo E3 con una camiseta de ‘Hollow Knight’, a ver si anuncian una secuela, me quedo con las ganas y vosotros cumplís mi Teoría de la Camiseta con un ‘Super Metroid 2’.

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