por Luis García
16 agosto, 2018
Cuenta Nick Burcombe que el nacimiento de ‘Wipeout’ surgió tras una partida a ‘Mario Kart’ con la banda sonora del juego en mute, en favor de la música electrónica que escuchaba por aquel entonces. Era 1994, en los clubes ingleses sonaba electrónica muy acelerada, ácida, y no quedaría mucho tiempo para que ese techno pasado de vueltas se relajase. También era una época en que la droga, más concretamente el éxtasis, era tendencia. La E destacada de WipEout podría ser un guiño a ese estupefaciente, pero eso es algo que sólo The Designers Republic, estudio de diseño inglés de Sheffield responsable de todo el arte de los primeros títulos de la saga, podría confirmar. Y nunca lo hizo. Con este contexto, podemos entender que la intención original de Burcombe fuera tener a Prodigy dentro de la banda sonora del primer título, lanzado en 1995. Psygnosis tenía la posibilidad de ser pionero en introducir música licenciada en un juego, y no se podían quedar con artistas de segunda. Firmaron para el nacimiento de la saga a Orbital, Leftfield y CoLD SToRAGE. Luego añadirían al cartel, ahora sí, a Prodigy, Underwold, The Chemical Brothers, Shasha o Daft Punk.
Con estos elementos creativos nació una leyenda, una obra que marcó un antes y un después en la conducción arcade, y la banda sonora jugó un papel crucial para que esto fuese así. Se dice que ‘Wipeout’ fue el primer título en incluir música licenciada, y que fuese del perfil de lo que hoy traemos en este Continuous Play es como para dejar huella en la memoria colectiva. El marketing intentó hacer lo imposible: unir el mundo de los clubs londinenses con el videojuego, plagando de anuncios del juego las salas más conocidas. En la imagen, una conocida DJ demacrada por lo que parece ser una sobredosis, hemorragia nasal incluída. El eslogan era claro: «Wipeout: A Dangerous Game». Al menos la sesión de hoy no tiene daños colaterales. Hora y media de muy buena música que representa un momento artístico que no volverá, y que logró transmitir a la obra lo que realmente necesitaba para crear una experiencia de velocidad, innovación y futurismo único. Ahora sí, coge asiento —si puedes también unos auriculares—, dale al Play y disfruta.
La banda sonora citada se puede adquirir en parte a través de Bandcamp.
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