por Juanma García
25 abril, 2016
Hay un mecanismo que se activa irremediablemente en mí cuando me preguntan cuál es mi juego de ambientación terrorífica favorito, un mecanismo que activa el debate interno sobre cuál es mi respuesta. La verdad es que, como en tantos otros casos, no sé dar una respuesta exacta dado que en unos títulos encuentro lo que otros no tienen, y en esos otros encuentro ciertas virtudes de las que carecían los primeros. Ocurre que cuando me piden que recomiende un videojuego, siempre intento dar una respuesta en pos de la justicia, una respuesta que dote de relevancia a un título que crea que merece reconocimiento: esto mismo ocurre con ‘Veil of Darkness’.
Siempre he sentido una atracción irremediable hacia el mundo de las criaturas sobrenaturales; ya saben, hacia esas historias que hablan de vampiros, hombres lobo, noches oscuras con neblina donde los peligros acechan en la sombra. H.P. Lovecraft, Stephen King o Edgar Allan Poe son algunos de los primeros autores que este ser tuvo ocasión de leer, pero antes de aquello hubo dos influencias mucho más fuertes acerca de esta pasión: las míticas películas de monstruos de la Universal y el videojuego que hoy tratamos. Mi rostro imberbe denotó una alucinación total cuando dicho título inició su travesía virtual en mi viejo ordenador, y es que todo conectaba estupendamente para ofrecer una experiencia inolvidable.
Tomamos el rol de un piloto que sobrevuela los Cárpatos en una noche que aparentemente planea ser normal, con un poco de neblina y con el peligro siempre vigente que caracteriza un vuelo. El camino parece indicado para seguirse sin ningún tipo de complicación, pero una extraña maniobra mecánica hace que el aeroplano que manejamos actualmente empiece a volverse loco con intención de ir a parar a una muerte segura. Una oleada de murciélagos pone fin a la visión de nuestro personaje y anuncia el comienzo del fin: nos estamos adentrando en un pueblo maldito controlado por una fuerza del mal, y nosotros deberemos tomar el rol del héroe salvador que dictaba una antiquísima profecía. En el momento en que empezamos a aprender un poco más de la historia que rodea el pueblo maldito, nos damos cuenta de cómo está enfocado todo hacia un terreno sobrenatural mezclado con un lugar donde los secretos residen en cada rincón: nadie es de fiar y es tiempo de todos contra todos, de un duelo de acusaciones que deberemos poner fin con ingenio y cabeza.
La historia de ‘Veil of Darkness’ puede resultar la del héroe por accidente que hemos visto en tantos otros videojuegos, pero aquí, a diferencia de los demás títulos, se notará la inexperiencia en los primeros compases del juego; primeramente nuestro personaje responderá de forma extraña a ciertas escenas dantescas que tenga la mala fortuna de contemplar; en segundo lugar observará la rareza dentro de los personajes que vaya encontrándose por el camino, cada uno con sus secretos, tormentos o esperanzas. Así mismo, el propio jugador se sentirá en conexión con dicha inexperiencia que, catapultada por una dificultad tormentosa, hará que los primeros pasos sean con el pavor que trae la primera vez en toda experiencia en la vida, especialmente en los combates.
‘Veil of Darkness’ pasa por ser un juego que mezcla la aventura con la pelea de forma magistral. Permitiendo que el jugador obsequie a su personaje con diferentes armas, los combates se desarrollan con el estilo de los juegos de rol clásicos por dados, y por supuesto dentro de los combates podrán surgir sucesos inesperados: contagio de veneno, ceguera repentina, pérdida de velocidad o, directamente, daño no aplicado por inmunidad al arma portada contra el enemigo. Por distintas razones no nos daremos cuenta de estos sucesos hasta que estemos en pleno combate, y en alguno que otro, en lugar de utilizar el combate cuerpo a cuerpo, deberemos optar por utilizar la lógica para encontrar la victoria tras el enfrentamiento. Esa ignorancia que se corrige a base de golpes recuerda que el desamparo provocado por la saga ‘Souls’ ya se podía encontrar antes en algunos juegos que, si bien no fueron tan conocidos, marcaron unos patrones que seguir. Sin ir más lejos, dentro de los propios combates también deberemos usar alguna que otra vez hierbas medicinales u objetos varios, y no es raro encontrarse con un buen puñado de objetos inservibles que en el combate sólo te ayudarán a caer lo más rápido posible. ‘Veil of Darkness’ en ningún momento opta por darte todo masticado a base de hablar con la gente, y se centra más en investigación de la fauna, la flora y la gente del pueblo: siendo paciente, uno ve la solución al final a base de captar pequeños detalles, o a base de probar suerte con ciertos elementos.
La historia de ‘Veil of Darkness’ puede resultar la del héroe por accidente que hemos visto en tantos otros videojuegos, pero aquí, a diferencia de los demás títulos, se notará la inexperiencia en los primeros compases
Siguiendo por su lado original, ‘Veil of Darkness’ ofrece un sistema de conversaciones un tanto añejo. Como comentaba anteriormente, tendremos a nuestra disposición varios NPC que nos permitirán intercambiar palabras, y a lo largo de esa charla convergerán los diálogos a través de opciones proporcionadas por el propio juego, y un sistema de escritura donde podremos teclear las palabras que queramos decir. Esto hace que, en el momento que debamos buscar un objeto en especial, nos pasemos recorriendo todo el pueblo hablando con la gente y observando sus diferentes respuestas hasta dar con la persona indicada. La sensación de hacer uno mismo la pregunta deseada da muchísimo juego a la hora de investigar todas las posibilidades en torno a un enigma cualquiera a lo largo del desarrollo del título, y realmente crea una atmósfera donde el diálogo entre el NPC y el jugador queda abierto a la imaginación de este último, no a un guión preestablecido de respuestas.
La ambientación resulta muy acertada, en especial por tres factores: las criaturas fantásticas y demás horrores que nos encontramos en el título, el propio guión y una música que acompaña a los dos anteriores de una manera brillante. La plantilla de monstruos míticos como vampiros, hombres lobo o fantasmas son una constante en los lugares más peligrosos del juego, y por supuesto no son bichos fáciles de derrotar; para el caso del hombre lobo será preciso encontrarle por todo el mapa hasta dar con el mismo y derrotarlo, lo cual requerirá todos nuestros sentidos alerta y una pizca de inteligencia para dar con él. Cada enemigo tiene su principal baza para destruir nuestras posibilidades de salvar la vida, y esto último está prácticamente hecho como si de un estudio minucioso se tratara: los fantasmas te ralentizan por el miedo, las sierpes te envenenan e incluso habrá enemigos que te derrotarán sin la más mínima esperanza de supervivencia. Todo esto da lugar a crear una ambientación hecha con un cariño inestimable por el mundo de la cultura mitológica y del terror, y si ya se añade una música inquietante a ritmo de pequeños golpes de órgano celestial, el juego se convierte en un hogar para la intimidación más tenebrosa e inquietante: un hogar donde los gritos de las bestias nocturnas acechan en cada esquina.
Los aciertos son innumerables en su estética, pero en lo que ‘Veil of Darkness’ es un auténtico pelotazo es en su capacidad para sobrecoger al jugador y llevarlo a una auténtica novela jugable de los maestros del terror. La forma en la que planta la semilla del miedo en el jugador es altamente satisfactoria para los amantes del género y, de hecho, es digna de usarse como ejemplo. Todo su guión está conducido de tal manera que olvidas lo que te dijeron desde siempre, esa manía de tratar a un juego de terror por sus sobresaltos y sustos. Aquí el terror convive al lado del amor de una pareja feliz, al lado de un huérfano, al lado de un padre preocupado por su hija y de un grupo de ancianos que charlan en un bar: el terror aquí se torna en estética y no en jugabilidad. ‘Veil of Darkness’ nos arrastra a un pozo de locura total, nos arrastra a través de un camino poblado de fantasía y momentos verdaderamente memorables para todo aquél que lo juegue. Es cierto que aunque el guión sea soberbio, tal vez peque de ser demasiado certero e ir directo al grano sin pasar antes por determinadas situaciones que interrumpan o sorprendan al jugador. Diría que, tal vez, le faltaría el empuje preciso para sorprender y no guiarse únicamente por los estamentos marcados por la profecía que anuncia nuestra llegada.
‘Veil of Darkness’ muestra otro concepto del miedo. Tuerce los esquemas del sobresalto y la sorpresa terrorífica para añadir argumento visual y filosofar sobre la soledad, el arrepentimiento, el perdón, el favor o la reflexión ante la muerte y la resurrección. A nivel jugable resulta bastante normal en su parte de combate, pero resulta tremendamente sorprendente cuando te permite a ti hacer las preguntas que desees a los propios protagonistas del juego: los habitantes del pueblo maldito. Tal vez el género del survival horror tendría mucho que aprender de un videojuego que salió a la luz antes de que los propios survival horror se conocieran como tal. Al fin y al cabo, del pasado también se puede aprender, y he aquí un gran ejemplo para solucionar los problemas de un género que flojea por todos lados con varios títulos repitiendo constantemente el mismo cliché.
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